domingo, 25 de diciembre de 2016

Mensaje de María Santísima

(María Santísima): Queridos hijos, hoy, en el día del nacimiento del Príncipe de la Paz, vengo de nuevo a deciros a todos: Abrid vuestros corazones al Príncipe de la Paz, dejándole nacer en vuestros corazones, reinar en ellos. Para que entonces podáis, por fin, llenar vuestros corazones de Su Paz divina hasta que rebose de vuestros corazones al mundo entero.

Abrid vuestros corazones al Príncipe de la Paz, abandonando las cosas mundanas que ocupan su lugar en vuestros corazones. Poned al Príncipe de la Paz, Mi Hijo Jesús, en primer lugar en vuestros corazones y entonces Él también os pondrá en primer lugar en Su corazón.

Dadle todo vuestro amor a Él y Él os dará también todo Su amor a vosotros. Entregaos completamente a Él con vuestros cuerpos, almas y corazones, para que todo sea Suyo y le pertenezca. Y a través de vosotros Él podrá seguir realizando Sus maravillas de amor en esta humanidad y en este mundo que predica que Él está muerto, que no existe.

Entonces los corazones de los hombres verán que Mi Hijo Jesús está más vivo que nunca y nace en los corazones que creen en Él y Le aceptan con amor. En los corazones que ponen a Mi Hijo en primer lugar, ya se está produciendo Su Triunfo y el Triunfo de Mi Corazón Inmaculado.

Y Nuestras gracias en la vida de esta alma no se pueden contar porque no tiene los obstáculos comunes que otras almas ponen a la acción de Nuestra Gracia. Por eso, hijos Míos, abrid vuestros corazones al Príncipe de la Paz.

Cuando digo abrid: dadle vuestro corazón, vuestra voluntad, vuestra libertad, vuestro cuerpo y todo vuestro ser. Mi Hijo Jesús realizará en vosotros Su plan de salvación y de paz, que requerirá sacrificio y un poco de sufrimiento por parte de cada uno.

Pero, al final, conducirá a todos a un fin real y glorioso, a una corona de gloria inmortal en el cielo y a una felicidad que no tendrá fin. Entonces el Príncipe de la Paz reinará en los corazones de todos como único Señor y Su Reino de Amor llegará a toda la tierra.

Hoy, en el día del nacimiento del Príncipe de la Paz, deseo pedirte: Convertíos, convertíos rápidamente, porque este Príncipe de la Paz volverá a vosotros en gloria. Y cuando regrese ya no volverá como Príncipe de la Paz a aquellos que no quieran escuchar Sus llamadas, Sus advertencias, y no quieran aprovechar las oportunidades que ahora damos a todos en Nuestras Apariciones.

Luego volverá como Rey de Justicia que será terrible para todos aquellos que no quisieron salir de las tinieblas y entrar en la luz. Así que, hijos Míos, ahora que el Príncipe de la Paz os da todas las oportunidades, aprovechadlas, vivid en Su Amor y Él vivirá en vuestros corazones.

Yo soy la Madre del Segundo Adviento que prepara al mundo para la Segunda Navidad del Príncipe de la Paz que volverá en Gloria. Preparad vuestros corazones porque pronto veréis cosas maravillosas que los ojos humanos nunca han visto, el mundo se transformará y la Paz reinará sobre toda la tierra.

Felices los que, como yo, han creído todo lo que se les ha dicho, porque se cumplirán todas las cosas que les he dicho de parte del Señor.

A todos os pido: Seguid rezando mi Rosario cada día, pues con él preparo en vuestras almas una ciudad bella, santa, perfecta, pura y real para que reine mi hijo Jesús.

Leed más todos los libros que os pedí aquí, los de Mi vida, Imitación de Cristo, el de Mis Glorias, para que cada día imitéis más Mis virtudes y las virtudes de Mi hijo Jesús. Y así, cada vez más os convirtáis en otros Cristos, os convirtáis en otras copias de Mí mismo, viviendo y santificando la faz de la Tierra.

A todos bendigo con amor desde Lourdes, Belén y Jacari».